Hay personas que se preguntan por qué la medicina es tan cara y sobre todo por qué algunos profesionales de la salud son “caros” en sus consultas. Sabiendo que ser caros en la consulta no siempre es sinónimo de valor, buenos resultados y buena profesionalidad.
Pero ahora concentrémonos en el precio de tu salud.
Cuando hablo de este argumento, me gusta recordar un viejo cuento Zen que en su moraleja habla de un rey que daría su reino por vivir más y mejor. Le cuenta a su hijo que sin salud y vida, de nada le sirve el reino…
Para los comunes mortales ¡también vale lo mismo!
¿Qué podemos hacer de lindo si nos duele la barriga?¿ o si nos duele la columna? ¿o la cabeza por fuertes migrañas? ¿Qué clase de vida llevo si cada mes tengo dolores menstruales? ¿dolores de ciática? ¿problemas para dormir? ¿o incluso problemáticas sexuales de varios tipos? ¿incontinencia urinaria o problemas de suelo pélvico? ¿problemas de concentración, estrés constante, etc.?
Bueno, nosotros los terapeutas de la salud no podemos hacer cálculos de esto, porque es el precio de tu salud es incalculable y además no tiene precio. Es por eso que debemos adaptarnos a lo que nos indica el mercado, la experiencia laboral individual, el país de residencia, el grado de resultados obtenidos, etc.
Ahora, tampoco es posible calcular las horas, días, meses y años de estudio, nuestros gastos universitarios, y los años de estudios que conllevan, los viajes por los cursos de perfeccionamiento, los cursos de posgrado, el doctorado (DO) y la continua formación que cada año nos vemos obligados a hacer porque nuestra cultura sanitaria y vocación nos lo pide.
Entonces ¿Cómo podemos realmente evaluar si algo es caro o no?
Yo creo fuertemente en mi formación y en mi preparación. Conozco la materia que manejo y cada día perfecciono mi conocimiento del cuerpo humano. Cada paciente me enseña cosas nuevas, porque cada paciente es un individuo diferente a otro y mi trabajo es el de aportar una solución a un sistema en dificultad (por ejemplo: el sistema visceral). De este modo puede retornar el equilibrio inestable en el cual vivimos como seres humanos y que debemos mantener para poder tener una vida plena y feliz.
Entonces…¿cuánto vale tú salud? ¿Qué precio quieres dar a mi trabajo?
Mi formación de fisioterapeuta es italiana, la osteopática francesa. Mis posgrados son en Estados Unidos de América, en Alemania, en Francia, en Escocia, en Suiza, en Italia entre otros.
Me actualizo año tras año y es por eso qué sigo viajando y a veces me ausento de mi consulta para perfeccionarme y también para enseñar a otros (porque también enseño en varios países en varias lenguas). Y sobre todo para seguir mi formación buscando la excelencia como me han enseñado mis buenos maestros en mi camino.
Ahora sabes que tú salud no tiene precio y que mi formación es completa, profunda, actualizada y en continuo crecimiento. Ahora…¿Qué precio le pones a tú salud y a mi consulta?
Espero que te animes a probar mis servicios y resultados, y si su precio no lo consideras acorde, sé que encontrarás al terapeuta que se adapte a tus exigencias, tus creencias y tu saber.
Con amor y respeto.
Matías Chahab DO.BI-D